Fuente: SABER VIVIR TV
Fecha de publicación: 21/09/2020
Es uno de los mecanismos clave del cuerpo humano y todavía un gran desconocido. Pero cada vez hay más certeza de que su pérdida avisa de que algo «raro» ocurre en nuestro interior.
El sentido del olfato es el gran olvidado en las revisiones médicas: el doctor no suele preguntarnos si hemos notado una disminución de nuestra capacidad de oler y los pacientes, en caso de sentir alguna alteración en este sentido, no suelen darle importancia.
La pérdida total (anosmia) o parcial (hiposmia) del olfato puede deberse a un simple catarro o una alergia. También puede ser un efecto del envejecimiento ya que, como cualquier otra función corporal, la capacidad olfativa también sufre un deterioro celular con la edad.
A partir de los 30 años empieza ese deterioro, por lo que percibir que se pierda un poco de olfato en principio no debe alarmarnos. Sin embargo, a veces puede ser señal de otros trastornos.
LO QUE SUELE INDICAR UNA PÉRDIDA DE OLFATO
Una pérdida o disminución del olfato puede ser el indicio de que ha crecido un forúnculo en el interior de la fosa nasal o ser consecuencia de un trastorno de sequedad generalizada que afecta a todas las mucosas del cuerpo.
Si la pérdida de olfato aparece de repente y perdura durante más de 15 días no hay que alarmarse, pero conviene visitar al médico porque a veces puede alertar de alteraciones más serias:
- Sinusitis. Las mucosas nasales se inflaman y producen fuertes dolores de cabeza, mucosidad y una reducción del sentido del olfato.
- Rinitis. Las alergias, por ejemplo, provocan la inflamación de las membranas nasales, dificultan la detección de olores y ocasionan estornudos y mucosidad.
- Pólipos nasales. Son tumores benignos que aparecen en la nariz si está irritada a causa de los resfriados. Cuando obstruyen las fosas nasales o duelen, deben extraerse quirúrgicamente.
- Anemia. El zinc activa las áreas del cerebro encargadas de procesar la información del olor. Por eso una anemia provocada por su déficit puede causar este síntoma.
- La deficiencia de vitamina B12 en la dieta también provoca pérdida de olfato.
Los golpes también pueden causarla
Un 30% de los casos de anosmia están causados por un traumatismo en la nariz, en concreto en la región del bulbo olfatorio, que es el complejo neuronal encargado de captar los olores y enviarlos al cerebro.
En este caso, según el traumatismo padecido, la anosmia puede prolongarse más o menos en el tiempo o convertirse en irreversible.
Por otro lado, un traumatismo craneoencefálico (un golpe en la cabeza) también puede reducir la capacidad de detectar los olores (y los sabores) si el golpe afecta a la zona del cerebro encargada de procesarlos.
PUEDE ALERTAR DE TRASTORNOS SERIOS
La pérdida de olfato también puede ser un aviso de patologías más serias. Por ello, ante la aparición de este síntoma que perdura en el tiempo conviene informar al médico para averiguar su causa. Podría indicar:
- Diabetes: Esta enfermedad puede provocar problemas olfativos y, aunque se desconoce exactamente por qué ocurre, se sabe que tiene relación con una inflamación de las glándulas salivales que causa también pérdida del gusto, un sentido “conectado” con el del olfato.
- Patologías neurodegenerativas: A pesar de que es difícil demostrar de una forma objetiva la pérdida de este sentido, algunos enfermos de alzhéimer, párkinson y esclerosis múltiple, lo «pierden» varios años antes de que lleguen los síntomas típicos de estas enfermedades. Por eso se está investigando si un trastorno olfativo puede ser una señal en fases tempranas de estas patologías.
- Tumores: La pérdida del olfato puede alertarnos de un tumor en la nariz o en el cerebro que esté obstruyendo el nervio olfativo.
- Otras afecciones: La obesidad, la hipertensión, el hipotiroidismo y los problemas dentales también pueden provocar este síntoma. Incluso la hepatitis y la sífilis son capaces de destruir los receptores olfatorios de forma temporal o permanente.
AGENTES EXTERNOS QUE AFECTAN AL OLFATO
El tabaquismo
No siempre fumar significa tener que perder el olfato pero es cierto que muchos fumadores perciben síntomas de una anosmia parcial (captan los olores pero con menos intensidad).
El motivo de esta pérdida es que tanto la nicotina como el alquitrán presentes en el tabaco podrían actuar adormeciendo los terminales neuronales olfativos. Cuando se abandona el tabaco se puede recuperar el olfato otra vez.
Algunos medicamentos
La nafazolina (que se usa para aliviar la irritación de los ojos), la reserpina (para la hipertensión) o el uso prolongado de descongestionantes nasales, corticoides y vasoconstrictores pueden afectarlo. Si es así, debe estar indicado en el prospecto.
Efectos ambientales
La exposición a determinados vapores, productos químicos (como el aguarrás), gases y rayos X (en radioterapias para tratar un cáncer en la cabeza o el cuello) pueden deteriorar nuestro sentido del olfato.